Los «CFDs», del inglés «Contract for Difference», o contratos por diferencias, permiten obtener beneficios con los movimientos en el precio de los valores sin necesidad de tener en propiedad el activo subyacente.
Permiten invertir al alza (posiciones largas) e invertir a la baja (posiciones cortas), obteniendo como beneficio o pérdida la diferencia entre el precio del activo en el momento de apertura y cierre de la posición. Por lo tanto, los CFDs permiten obtener beneficios con las caídas del mercado y realizar operaciones de cobertura.
Son productos apalancados, ya que permiten operar con menos capital del necesario para realizar la misma operación en Bolsa. Equivalen a comprar o vender a crédito, desembolsando en concepto de garantías desde el 5% de la cotización del activo subyacente.
(fuente: docplayer.es )