El plástico se obtiene a partir de los combustibles fósiles. El 8% del petróleo extraído se utiliza para la producción de plásticos, generando gases de efecto invernadero.
El plástico, que puede tardar cientos de años en degradarse, es un material muy contaminante del medioambiente: ríos, mares, tierras e incluso la atmósfera contienen residuos plásticos.
Por ello parece interesante la opción de sustituir el plástico por el bioplástico obtenido a partir de plantas y material orgánico – soja, patata, algodón, tabaco, almidón de maíz o de banana, caña de azúcar, etc – es decir con unas materias primas renovables.
Sin embargo los bioplásticos, del mismo modo que los biocarburantes, no son siempre tan «sostenibles» como podría parecer:
- ¿los espacios de cultivo proceden de deforestaciones?
- ¿se cambió el uso de tierras agrícolas para producir estos cultivos?
- ¿cual es la huella hídrica de estos cultivos?
- ¿cómo se puede reciclar el bioplástico? ¿se necesitan unos contenedores y un tratamiento específicos?
- ¿son los bioplásticos totalmente degradables? ¿de qué se componen realmente?
Dejar el bioplástico en la naturaleza puede llegar a ser igual de contaminante que el plástico para la fauna, tanto por el tiempo de degradación, aunque menor que el del plástico, como por la producción de nanopartículas durante el proceso de descomposición.
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