Hasta ahora, las instituciones microfinancieras, (o IMFs), tenían dos objetives principales: ser económicamente viables y ayudar a sus clientes a salir de la pobreza, dos tareas difíciles e incluso poco compatibles.
A estos dos objetivos, sostenibilidad financiera y sostenibilidad social, se añade ahora un tercero: la sostenibilidad ambiental. Son las microfinanzas verdes: las IMFs deben producir un impacto positivo sobre el medio ambiente.
¿Cómo conseguir este nuevo propósito ?
La Institución microfinanciera y sus clientes
Una institución con vocación de sostenibilidad ambiental puede actuar en distintos frentes:
I.- Impulsar el desarrollo de actividades sostenibles con líneas de financiación específicas «verdes».
Servirían para financiar actividades compatibles con los objetivos ambientales. Por ejemplo las actividades relacionadas con las energías limpias (paneles solares), el tratamiento de residuos (compost), la agricultura ecológica, las nuevas tecnologías, el ecoturismo, los métodos agrícolas resistentes, la potabilización de aguas, ..
II.- Limitar la financiación de actividades consideradas nocivas para el medio ambiente, por ejemplo las actividades basadas en el uso de fuentes de energía contaminantes (carbón, queroseno), en la deforestación, la sobre explotación de suelos, el uso de productos químicos contaminantes, las actividades nocivas para la salud de los trabajadores, etc..
III.- Tener en cuenta los riesgos de las actividades que puedan estar afectadas por el cambio climático (inundaciones, sequías,..)
Las instituciones que optan por adentrarse en esta vía han de diseñar obligatoriamente una estrategia que incluye la concienciación de los clientes. Cambiar las costumbres de la población y su forma de trabajar no resulta sencillo. Para ello es necesario que exista una coordinación entre organismos públicos y privados para impartir programas de información.
Las IMFs necesitan contar además con la colaboración y el apoyo de todos los actores involucrados en la microfinanza: inversores, políticos, agencias de calificación, agencias internacionales de cooperación, ..
Los inversores
Las microfinanzas interesan a los inversores socialmente responsables y la protección del medio ambiente puede ser un aspecto positivo adicional en sus criterios de financiación.
Las agencias de calificación
Las IMFs deben reflejar en sus balances su triple linea de resultado: económico, social y ambiental para que las agencias de calificación tengan en cuenta también este nuevo aspecto de la actividad.
Los Reguladores
Los gobiernos empiezan a preocuparse por el cambio climático y pueden estar interesados en la aplicación de las normas medioambientales o la promoción de tecnologías y prácticas amigables con el ambiente.
Las Instituciones microfinancieras solas no pueden liderar el cambio a la economía verde pero pueden convertirse en un actor importante de cambio.