Un emprendedor “normal” es una persona que pone en marcha una empresa para realizar una actividad económica que satisface una demanda de la sociedad y a cambio genera unos beneficios. El emprendedor tiene una misión, un plan, unos objetivos y una estrategia de actuación para lograr sus propósitos.
Un emprendedor “social” hace exactamente lo mismo pero con unas exigencias adicionales:
- su misión es la de cubrir una necesidad de las personas más desfavorecidas
- la actividad desarrollada debe producir un impacto positivo en la sociedad
- la idea de negocio debe poder ser replicada y así alcanzar a un gran número de usuarios
- la política empresarial debe estar basada en principios de sostenibilidad financiera, ambiental y en la perdurabilidad.
- el producto o servicio ofertado debe ser innovador y aprovechar las facilidades que dan las nuevas tecnologías y el conocimiento.
Es importante no confundir el emprendimiento social con la responsabilidad social corporativa (RSC).
La RSC no es la misión principal de una empresa, y a menudo sólo corresponde a un lavado de imagen o una estrategia de marketing que se realiza para satisfacer la demanda de unos clientes actualmente muy sensibles ante actuaciones empresariales impropias.
La empresa creada no es una ONG o una ONL (Organización No Lucrativa): estas organizaciones llevan a cabo acciones sociales que suelen depender de ayudas, subvenciones o donativos y del voluntariado, lo cual no asegura la perdurabilidad ni la sostenibilidad financiera de los proyectos. No obstante el rol de las ongs puede ser determinante para impulsar y financiar la creación y la promoción de los emprendimientos sociales.
La empresa puede adoptar la figura de cooperativa o de cualquier otra forma jurídica siempre que no reparta dividendos y que los beneficios se reinviertan en mejorar o ampliar la actividad.
Ejemplos de emprendimientos sociales
En primer lugar, es obligatorio nombrar a Muhammad Yunus como creador del Grameen Bank y del concepto de microcrédito para los más pobres: un sistema que se ha extendido por todo el mundo y que cuenta actualmente con millones de “clientes” que pueden mejorar su vida gracias a esta oportunidad.
Muchas otras personas han puesto en marcha iniciativas con el único fin de aportar un producto o un servicio que sea de utilidad y resuelva problemas de la “base de la pirámide”, es decir, de la parte más pobre de la población:
- arquitectos que han ideado tipos de viviendas de precio sumamente asequible para sustituir chabolas en barrios pobres en grandes urbes.
- ingenieros y técnicos que han ideado aparatos que aprovechan la energía solar para generar electricidad o por ejemplo fabricar hornos para cocinar y así sustituir el uso de sistemas poco eficientes por otros limpios y baratos.
- empresas que ofrecen sistemas de depuración de agua o sistemas de irrigación muy sencillos.
- servicios de banca móvil que permiten el acceso a productos financieros a través del teléfono, tales como el micro-ahorro, el micro-crédito, las transferencias, operaciones que anteriormente era imposible realizar de forma rápida y segura.
- fabricación de ordenadores y terminales muy baratos para acceder a Internet
- sistemas de tele-diagnóstico que permiten que los médicos puedan atender a personas que viven en poblados aislados.
- portales online de formación / educación
- etc …
Los emprendedores sociales son personas que identifican unas necesidades y ponen toda su energía en encontrar las soluciones más adecuadas y útiles. Contribuyen a cambiar el mundo y algunos les llaman “los nuevos héroes”.