El microcrédito es una herramienta de inserción laboral, social y financiera potente.
El microcrédito procede de países pobres pero ha sido adoptado por los países desarrollados cuyas bolsas de desempleo y pobreza aumentan de forma inquietante.
En España, esta herramienta microfinanciera existe desde hace 10 años. Han sido varias las iniciativas puestas en marcha, principalmente por las cajas de ahorros, pero la crisis del sector financiero ha frenado su desarrollo.
Durante esos diez años se ha adquirido un buen conocimiento sobre el desempeño de la actividad microcrediticia.
Se puede definir el microcrédito como un pequeño préstamo que sirve para financiar la creación o la consolidación de una microempresa. Va dirigido a personas que no tienen acceso al sistema financiero tradicional por no contar con las garantías financieras o los avales suficientes.
El microemprendedor necesita financiación y también necesita acompañamiento.
En España, estas dos funciones se ofrecen por separado: por una parte las entidades sociales de apoyo al microcrédito (ESAM) son las que ayudan al emprendedor a preparar su plan de negocio, orientarle, formarle y acompañarle en sus inicios y por otra parte una entidad financiera aporta los fondos y concede los créditos con sus propios criterios.
Una “entidad microfinanciera”, o IMF, debería poder aunar estas dos funciones debido a su buen conocimiento de los emprendedores y no tendría que depender forzosamente de una entidad bancaria para la financiación del proyecto microempresarial.
Las IMF, podrían ser asociaciones o fundaciones específicas, que cuenten con el reconocimiento y las garantías necesarias para acceder a fondos públicos y privados y así realizar su actividad.
Esta figura no existe y debe regularse.
El foro de microfinanzas lleva trabajando desde el año 2010 en un proyecto de legislación española de microfinanzas.
Un grupo de expertos compuesto por numerosos representantes del sector, participan en varias comisiones que tienen por finalidad desarrollar los distintos aspectos de la propuesta de legislación.
Personas que proceden de los sectores público y privado, de universidades, ongs de desarrollo, asociaciones de mujeres, de inmigrantes, fundaciones, bancos, asesores, representantes de la UE (fondo social europeo y fondo europeo de inversiones), el Instituto de Crédito Oficial (ICO), colaboran en el proyecto así como un importante bufete de abogados.
Se trata de realizar una propuesta para regular la actividad microcrediticia en España y de enlazarla con la futura ley de emprendedores.
Es más que necesario fomentar la creación de empresas y el empleo. El microcrédito es un buen instrumento para ello. No se trata de subvenciones a fondo perdido sino de dar créditos que se devuelven con un interés dado.
La legislación tiene como objetivos principales:
- crear una figura propia para las entidades microfinancieras con capacidad para conceder microcréditos de forma reconocida y acceder a fondos públicos (europeos, estatales, autonómicos,..)
- favorecer el desarrollo de dichas entidades
- fomentar el espíritu emprendedor
El objetivo del foro de microfinanzas es «elevar la propuesta de legislación a las instancias políticas para hacer realidad el nacimiento y desarrollo de una verdadera industria microfinanciera española”.
Las personas físicas y jurídicas (ESAM) que quieran informarse y colaborar en el desarrollo de este proyecto, pueden hacerlo a través del foro de microfinanzas.
Nota:
La Comisión europea apoya actualmente el microcrédito con el mecanismo financiero Progress. La oferta de hasta 170 millones de euros para los próximos tres años se dirige a «micro-emprendedores» que tienen dificultades para acceder a créditos «por vías tradicionales», como los jóvenes que no cuentan con suficientes activos para recibir un préstamo bancario convencional.
Laszlo Andor, comisario europeo de empleo y asuntos sociales destaca el valor del microcrédito para «crear empleo», y apuesta por su continuidad en el futuro.