Las entidades microfinancieras tienen que cumplir dos objetivos bastante incompatibles entre ellos.
Por una parte deben ser entidades socialmente sostenibles: su misión inicial es la de ayudar a las personas a salir de la pobreza y ofrecerles unos servicios adaptados a sus necesidades.
Esta gestión “social” del microcrédito exige una gran dedicación por parte de las IMF, tanto para la concesión como para el seguimiento de las operaciones.
Por otra parte deben ser entidades sostenibles del punto de vista financiero, es decir que han de presentar beneficios económicos para poder acceder a una financiación externa y así no depender de donativos o subvenciones para funcionar.
Para conseguirlo, necesitan alcanzar un alto volumen de operaciones y crecer rápidamente.
Puede ocurrir que, buscando esta meta, las IMF acaben olvidándose de los más pobres que son los clientes que presentan más riesgos y necesitan más dedicación, o bien compensen el riesgo de estas operaciones con unas tasas de intereses demasiado altas.
¿Es posible compaginar los dos objetivos y no dejar que el microcrédito se desvirtué?
Si, es posible, siempre que las partes implicadas asuman su papel:
– por una parte los inversores no deben olvidar que el microcrédito es un producto financiero diseñado para los pobres.
El objetivo no debe ser el de financiar para sacar los mayores beneficios posibles. Se debe ofrecer financiación a las IMF que trabajan con eficacia y transparencia pero que también consiguen unos buenos resultados sociales.
– por otra parte, las IMF deben trabajar con sus clientes para ayudarles a crecer, no para sobre-endeudarles y conducirles a la desesperación
El microcrédito no es una herramienta mágica, válida para todos. Es una oportunidad para las personas que son capaces de gestionarlo y de hacerlo fructificar pero no todas lo consiguen.
El objetivo de las IMF ha de ser el de conceder los microcréditos, con condiciones razonables, a las personas pobres que sabrán sacarles el mayor provecho.
Y cuánto mejores sean los resultados sociales alcanzados, mejores acabarán siendo los económicos.