Últimamente cuando se habla sobre la pobreza se alude a menudo a “la base de la pirámide”.
C K Prahalad , profesor en la Universidad de Michigan, es el autor de este concepto que consiste en representar la pirámide de población mundial según sus niveles de renta. En la base de la pirámide , se encuentra la parte de la población con los niveles de renta más bajos y que corresponde a 4.000.000.000 personas que ganan menos de 3.000 US$ al año, de los cuales 1.000.000.000 ganan menos de 1 US$ al día.
El termino «base de la pirámide» se ha extendido en el mundo de los negocios como una oportunidad: ofrecer servicios y productos a los pobres. Se abren nuevos mercados, antes invisibles, que tienen un potencial económico enorme.
Pero no se debería tratar de hacer sólo negocios con los pobres sino de permitir su desarrollo. Es necesario encontrar soluciones innovadoras que respondan a las necesidades de la población. Deben ser soluciones “win-win” donde todo el mundo gana, que permitan el desarrollo humano y económico de este inmenso sector de la población.
Como ejemplos de soluciones de éxito, podemos citar la implantación de la telefonía móvil que se ha extendido de forma espectacular en los países en vía de desarrollo, de los servicios microfinancieros que están atendiendo a millones de personas pobres en lugares donde con anterioridad no existían ofertas adaptadas a sus necesidades o de instalaciones de placas solares que generan electricidad de forma limpia.
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