La microfranquicia se podría definir como una franquicia de muy bajo coste implantada en países en vía de desarrollo y el microcrédito como un pequeño préstamo que se concede para financiar proyectos “empresariales” de personas pobres.
En Bangladesh, por ejemplo, “Village Phone” desarrollado por la Fundación Grameen podría ser un bueno ejemplo de actividad franquiciada que permite a las mujeres obtener unos ingresos con una inversión mínima (300$), inversión que se puede realizar gracias a la concesión de un microcrédito.
Muhammad Yunus, fundador del Grameen Bank, ha impulsado así la creación de redes de franquicias para pequeños negocios individuales y cooperativas que abarcan actividades relacionadas con la agricultura, la pesca o las comunicaciones.
Existen numerosas iniciativas microempresariales de éxito y la microfranquicia está en auge en otros países tales como Brasil, Méjico, India, África del sur, etc….
Servicios de mensajería, barbería, puestos de comida, centros Internet, agencias de telefonía móvil, fotografía digital, .. son muchas las actividades que se adaptan bien al sistema de “microfranquicia”.
Las ventajas de emprender con una microfranquicia son las mismas que las de una franquicia de mayor inversión : es la replica de una buena idea de negocio, con una imagen de marca que se benefica del conocimiento, del apoyo y de la formación dados por el franquiciador.
La microfranquicia es una alternativa para las personas que no se atreven a montar su propio negocio por temor al riesgo de emprender solas o de no contar con el conocimiento suficiente.
Para las instituciones microfinancieras que otorgan microcréditos, financiar la apertura de negocios tipo «microfranquicias» es una buena opción. Las posibilidades de éxito son altas. En esta combinación, microcrédito – microfranquicia, todos ganan: el franquiciado emprende con más seguridad, la Institución microfinanciera minimiza sus riesgos y el franquiciador ve crecer su negocio.
En los países desarrollados, donde existen muchas personas sin los recursos necesarios para iniciar una actividad empresarial, también el microcrédito es una buena opción para financiar la apertura de «microfranquicias” de muy bajo coste.
Por otra parte se debería favorecer e impulsar la creación de nuevas microfranquicias y marcas a partir de los éxitos conseguidos por los microempresarios que han alcanzado el éxito con una “micro” inversión.